Artículo publicado en la revista El Granito de Arena de junio de 2020.
«Sacaréis agua con gozo
de las fuentes de la salvación» (Is 12,3)
Afirma san Manuel González: «Que no se me alarmen los teólogos si hablo de definir lo indefinible. El Corazón de Jesús, a nuestra corta vista, es una especie de máquina divina, en la que se mete un muñeco de barro soberbio y presuntuoso y se saca un santo. ¿Que parece fuerte la palabra muñeco? Sustituidla por la de tibio, ingrato, flojo, inconstante, pícaro, según os venga mejor. Lo que sostengo es: que como uno se dedique en serio a pedir y a trabajar por meterse en el Corazón de Jesús, y, si desgraciadamente se sale por una mala partida, a volverse a meter, sale Santo; ¡así con S mayúscula! ¿Que hacia dónde sale? Pues para el mismísimo cielo, que lo esperará con las dos puertas abiertas» (OO.CC. II, n. 3271).