Artículo publicado en la revista El Granito de Arena de julio-agosto de 2019.
Llamados a ser luz
en la oscuridad
La tercera película de la saga Dios no está muerto, que completa su título con la frase Una luz en la oscuridad, toma una dirección diferente a las anteriores, envolviendo al espectador en un caso judicial que presenta la reflexión sobre la presencia de la Iglesia en los espacios públicos. La película es un poderoso recordatorio de que, en toda circunstancia, estamos llamados a ser luz en un mundo lleno de oscuridad, necesitado de esperanza.
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