Día 6: Acoger a los demás
«Poneos en camino y dad fruto abundante y duradero» (cf. Juan 15, 16b)
Génesis 18, 1-5. Abrahán recibe a los ángeles en el Roble de Mamre
Marcos 6, 30-44. La compasión de Jesús por las multitudes/i>
Meditación
Cuando nos dejamos transformar por Cristo, su amor crece y da fruto en nosotros. Acoger al otro es una forma concreta de compartir el amor que está dentro de nosotros.
A lo largo de su vida, Jesús acogió a todos los que encontró. Los escuchó y se dejó tocar por ellos sin tener miedo de su sufrimiento.
En el relato de la multiplicación de los panes, Jesús se conmueve y siente compasión después de ver a la multitud hambrienta. Él sabe que toda la humanidad necesita ser alimentada, y que solo él puede satisfacer realmente el hambre de pan y la sed de vida.
Pero no desea hacer esto sin sus discípulos, sin contar con ese poco que ellos podían ofrecer: cinco panes y dos peces.
Incluso hoy nos llama a ser colaboradores suyos en su incondicional preocupación por los demás. A veces, algo tan pequeño como una mirada amable, un oído atento o nuestra presencia es suficiente para que una persona se sienta acogida. Cuando le ofrecemos nuestras pobres habilidades a Jesús, él las usa de una manera sorprendente.
Entonces experimentamos lo que hizo Abrahán, porque es dando que recibimos, y cuando acogemos a los demás, somos bendecidos en abundancia.
Es Cristo mismo a quien recibimos como invitado.
La regla de Taizé en francés e inglés (2012) p. 103
¿Encontrarán en nosotros las personas que acogemos día a hombres y mujeres radiantes con Cristo, nuestra paz?
Las fuentes de Taizé (2000) p. 60
Oración
Jesucristo,
deseamos acoger a los hermanos y hermanas que están con nosotros.
Sabes que frecuentemente nos sentimos impotentes ante su sufrimiento,
sin embargo, tú siempre te adelantas y los acoges con compasión.
Háblales a través de nuestras palabras, apóyalos a través de nuestros actos,
y deja que tu bendición descanse sobre todos nosotros